Ebook

1 oct 2011

Para Mi Viejita...

Debí haber aprovechado más el tiempo que pasaba contigo. Debí escuchar con más atención cada palabra que me decías, cada sonrisa que me dedicabas, cada caricia y cada oración que lanzabas pidiendo por mí. Me regalaste tu vida, tu alma y me diste todo el amor que pudiste para que sea feliz. Cuántas veces no llené tus ojos de lágrimas y esas tantas veces tus brazos siempre me recogieron. Solías  llenarme de sueños y llevarme a un mundo maravilloso donde no existía desesperanza. Donde yo era quien llegaba a salvarte de esta vida tuya llena de infortunio. Renunciaste a tus sueños por cuidar los míos, no buscaste una razón para vivir: me hiciste tu razón de vivir. Me amaste aún sabiendo que más tarde, ya adulto,  yo podría fallarte. Y lo hice. No una, sino muchas veces. En tu corazón no había espacio para el rencor. Me amaste sin condición, sin pedir nada a cambio. Y yo no entendí que lo menos que podía hacer era devolverte ese amor con más amor.
Perdóname por comprender demasiado tarde que tu único pecado era amar con locura, y tu única necesidad el sentirte amada.
Perdóname por las veces que mis brazos no buscaron tus abrazos, y mi boca no pronunció un te quiero.
Perdóname por olvidar que debía ser yo el que llegaba a salvarte de esa vida tuya llena de infortunio.
Perdóname, viejita, hoy… Perdóname mañana… Perdóname siempre… Que me faltará la vida para olvidarte…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...