La semana pasada tiré el preocuparme, se estaba poniendo
viejo y me estorbaba.
Me impedía ser yo misma, no podía actuar a mi modo.
Tiré esas inhibiciones, no dejaban lugar para mí.
Hice lugar para mi nuevo crecimiento; me deshice de mis
viejos sueños y dudas.
Tiré un libro sobre mi pasado (igual no tenía tiempo
para leerlo).
Lo reemplacé con nuevas metas y empecé a leerlo hoy.
Tiré los juguetes de mi niñez (¿recuerdan cuánto les estorbaba
yo ?)