Hace
mucho tiempo en el cielo un ángel miraba la tierra con cierta cólera y burla.
Sus ojos miraban un mundo al cual él no le hallaba ningún sentido. Es más, los
humanos le parecían tan poca cosa. Seres que no sabían amar. De pronto sin
darse cuenta sus pensamientos fueron en voz alta. Y dijo así: -pobres humanos,
sus torpes cabezas confunden todo con el amor, para ellos todo es sufrimiento. No
conocen nada del amor, mucho menos de lo que significa: dolor o pena. Estas
personas ignorantes jamás sabrán lo que es el amor. No puedo entender como Dios
creó tanta imperfección.
Dios, que
todo lo oye, al escuchar lo que el ángel había dicho sintió mucha pena. Acercándose
a él le dijo:
-Ángel mío ¿por qué tanta cólera? ¿Acaso crees
que es fácil para ellos vivir de la forma en que viven en ese mundo? Tú, mi
ángel, lo tienes todo, aquí no hay hambre, enfermedad, muerte… Sé que ellos
tienen mucho que aprender, pero es parte de ser mejores, de estar algún día en
tu lugar; pero eso no los hace insignificantes. ¿Por qué tanto desprecio para
con mis pequeños hijos y por qué tanta cólera de tu parte? Angel mío, debes
aprender una lección y por eso te enviaré a la tierra como un ser humano y
pasarás por todas las cosas que ellos pasan, serás uno más entre ellos.