Un hombre preguntó a un sabio si debía quedarse con su esposa o con su amante; el sabio tomó dos flores en su mano. Una rosa y un cactus y le preguntó al hombre:
-¿Si yo te doy a escoger una flor, cuál elegirías?
El hombre sonrió y dijo:
-La rosa... ¡Es lógico!
-A veces los hombres se dejan llevar por la belleza externa o lo mundano -respondió el sabio-. Y eligen lo que brilla más o lo que valga más; pero en esos placeres no está el amor. Yo me quedaría con el cactus porque la rosa se marchita y muere rápidamente; el cactus en cambio, sin importar el tiempo o el clima seguirá igual: verde con sus espinas. Tu mujer conoce tus defectos, tus debilidades, tus errores, tus gritos, tus malos ratos, y aún así está contigo... Tu amante conoce tu dinero, tus lujos, los espacios de felicidad y tu sonrisa, por eso está contigo. Ahora dime, ¿con quién te quedarías?
Mujer
A veces pequeña, a veces inmensa
Luz y sombra. Pasión desatada y calma
Fragilidad y fuerza. Espera y silencio
Voz que grita. Mágica risa, dulce lamento
Cálido descanso, sentimiento intenso
Mano que todo lo cura, brisa que seca las lágrimas
Tierra y agua, viento y fuego
A veces todo, nunca nada...