Una persona perversa resuelve hacer un presente a una
persona pobre por su aniversario, e irónicamente, manda preparar una bandeja
llena de basura y desperdicios.
En presencia de todos, manda entregar el presente, que es
recibido con alegría por el festejado quien gentilmente agradece y pide que lo
espere un instante, ya que le gustaría poder retribuir la gentileza. Tira la
basura, lava la bandeja, la cubre de flores, y la devuelve al donador.
Este, con gran intriga le pregunta:
Yo te he dado una
bandeja de basura y tú a cambio... ¿me devuelves flores?
A lo que el festejado le responde:
-Así es señor, cada quien
da lo que posee en su corazón.
Autor desconocido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario